Una leyenda recopilada por Béroul, en el siglo XII, y retomada por Bédier en 1902, es una maravillosa historia se amor sobre Tristán hijo de Rivalén, rey de los Leonís, y de Blancaflor, hermana de Marés, rey de Cornuallés.
Como es clásico en los héroes Tristán queda huérfano, y es recogido por Rohalt, uno de los caballeros del rey, quien deja que lo eduque Gorvalán, un sabio del reino, quien le enseña todas las artes.
Tristán crece y viaja a Cornuallés, donde vive como vasallo del rey Marés, su tío, pero ninguno de los dos lo sabe, hasta que llega Rohalt a pedir a Tristán que luche por el reino que por derecho le corresponde. Luego de recuperar su reino se lo deja a Rohalt y decide vivir en el reino de Marés.
Tristán defiende, con su espada el reino de su tío y en estas aventuras conoce a Isolda, quien lo cura un par de veces de sus heridas. Luego Tristán va en busca de Isolda para que ella se case con su tío y en un desafortunado descuido ambos beben de una copa de vino que los enamora perdidamente. En Cornuallés viven su amor en secreto, pero un cuarteto de traidores los acusan con el rey, pero la astucia de ambos logra salvarlos varias veces de una muerte segura y ganar el favor del rey, aunque durante algún tiempo viven en el bosque huyendo de la furia de este.
Tristán devuelve a Isolda a su tío y huye a Frisia y Bretaña donde se caza, pero ama aún a Isolda, y con este sentimiento vuelve por ella a las tierras de su tío; al final herido en una batalla Tristán agoniza en Bretaña y manda a buscar a Isolda, quien acude sin demora, pero por la traición de su esposa Tristán muere sin su amada, quien llega más tarde y entrega su alma sobre el cuerpo de su amado.
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