sábado, enero 15, 2011

Triste Profecía

para tus ojos



Hoy es una de esas noches en que las estrellas bajan a la Tierra, esperan a que la luz de la ciudad se apague por completo, y solo cuando no hay nada que opaque su brillo, recorren todos los rincones buscando tus ojos... quieren robarlos, para así, con su resplandor, derrocar a la Osa Mayor. Ya nadie la soporta, brilla demasiado, su vanidad es tal, que estar junto a ella es un martirio, ya ni su hija ni la Luna logran estar cerca sin la necesidad de apagarse y dejar de molestarla.


Desde siempre, las estrellas se han agrupado esperando el momento en el que naciera esa luz capaz de destruir a la Reina del Cielo. Leo y Tauro son los primeros en bajar y buscarte como a un tesoro escondido; luego, llaman a Libra y Piscis y, cuando creen que te han encontrado, llega Orión. Tratarán de amarrarte, y llevarte con ellas, te pondrán al cuidado de Escorpio y sellarán tu cárcel bajo la Cruz del Sur.


Por eso siempre guardo junto a mi corazón una linterna, porque con esta pequeña luz, ellas no podrán bajar. Cierra los ojos... descansa, que las estrellas no los vean... la luz de mi linterna no durará mucho tiempo... y si se enteran de eso, no tardarán en venir.