martes, diciembre 07, 2010

otra vez una estatua desconocida

puta ciudad de mierda, sigo enfrascado en un circuito de callejuelas pequeñas, sucias, que huelen a orina y perro mojado muerto. junto al parque, cientos de cuadros, pintan el paisaje oscuro, sórdido, de añoranzas y sueños de gente que ya no está.

una línea de mierda, tirada por un pájaro en vuelo, marca las lágrimas de una estatua desconocida, la lluvia moja sus cabellos de bronce, de sus labios parece caer una baba morbosa de tanto mirar los escotes abiertos de las universitarias.

en las noches, esa estatua de mierda se levanta, escala por el arco y, sin pudor, arranca los pechos de las centauro, y sueña en el cuerpo de las mujeres por las que lloró durante el día. quisiera haber sido más importante para que le hicieran una estatua de cuerpo completo y no solo ese pequeño busto; así no puede acariciar, no puede abrazar, hacer suyos los cuerpos de sus vecinas, solo se limita a lamer, besar, a morder… pero ellas quieren más, no se conforman con que les muerdan los pezones hasta despostillar la piedra, quieren, piden, exigen.

va llegando el día, los pintores otra vez decoran el parque con sus cuadros y, otra vez..., la paloma dejó su rastro de mierda en los ojos de la estatua.

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